A mediados de septiembre el hielo marino en el Océano Ártico alcanza su mínimo anual. Este miércoles ha batido el registrado en 2007, que ostentaba el récord absoluto desde 1979, año en que comenzaron las mediciones por satélite, según ha anunciado este miércoles el NSIDC, organismo encargado de hacerlas.
El récord ha llevado a algunos científicos a elevar la voz de alarma. Por ejemplo, el biólogo español Carlos Duarte, ha dicho en El País que "esto no es la variabilidad natural del clima. Esto es cambio climático verde y con asas, es lo que la Convención de Naciones Unidas define como ‘cambio climático peligroso’. Mientras, estamos enfrascados en discusiones semánticas".
Sin embargo, no está nada claro que esta situación carezca de precedentes, incluso cercanos. Por ejemplo, en las expediciones del submarino USS Skate en 1958 y 59 se encontraron aguas abiertas en el Océano Artico tanto en verano como en invierno. De hecho, el submarino rompió hielo de aproximadamente medio metro de espesor muy cerca del Polo norte, según afirma James Hester, miembro de aquellas expediciones.
A mediados de septiembre el hielo marino en el Océano Ártico alcanza su mínimo anual. Este miércoles ha batido el registrado en 2007, que ostentaba el récord absoluto desde 1979, año en que comenzaron las mediciones por satélite, según ha anunciado este miércoles el NSIDC, organismo encargado de hacerlas.
El récord ha llevado a algunos científicos a elevar la voz de alarma. Por ejemplo, el biólogo español Carlos Duarte, ha dicho en El País que "esto no es la variabilidad natural del clima. Esto es cambio climático verde y con asas, es lo que la Convención de Naciones Unidas define como ‘cambio climático peligroso’. Mientras, estamos enfrascados en discusiones semánticas".
Sin embargo, no está nada claro que esta situación carezca de precedentes, incluso cercanos. Por ejemplo, en las expediciones del submarino USS Skate en 1958 y 59 se encontraron aguas abiertas en el Océano Artico tanto en verano como en invierno. De hecho, el submarino rompió hielo de aproximadamente medio metro de espesor muy cerca del Polo norte, según afirma James Hester, miembro de aquellas expediciones.
El crecimiento del hielo marino en la Antártida contradice las proyecciones de los modelos climáticos que el IPCC, el organismo de la ONU que representa el supuesto consenso científico en torno al calentamiento global, emplea para alarmar a la opinión pública.
Sigue sin estar claro a qué se debe exactamente tanto un fenómeno como el otro, lo cual no quita para que muchos científicos y medios de comunicación utilicen sólo aquello que interesa a lo que parece más una causa que una investigación.
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