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miércoles, 11 de abril de 2012

Dime cómo haces el amor y te diré por quién votas

Para cambiar un poco el tono de la campaña de las presidenciales en Francia, el Instituto Francés de Opinión Pública, Ifop publicó una encuesta realizada para la revista Hot Video, que relaciona la vida sexual de los votantes con sus opiniones. A partir de ahora, si no quieren revelar sus ideas políticas, no hablen de su actividad sexual: podría delatarlos.


A menos de 15 días de las elecciones presidenciales en Francia, cada semana se publican en los medios sondeos y encuestas de opiniones y algunos de los ciudadanos ya empiezan a cansar. Pero este estudio que establece una relación entre la vida sexual de cada uno y sus opiniones ha logrado despertar el interés de incluso los más reticentes.
¿No están contentos con su vida sexual? Entonces, tienden a votar por candidatos que tienen un discurso de protesta. Por lo menos, es lo que se destacó de lo que dijeron los más de 1.400 franceses interrogados para el estudio.

Así, 35% de los franceses no satisfechos con su sexualidad votan por el candidato Jean-Luc Mélenchon (Front de Gauche, extrema izquierda). Mientras 31% de ellos van al otro extremo de la esfara política y votan por Marine Le Pen, la candidata del Front National (ultra derecha).

¿Cuestión de intensidad?  

Al parecer, el nivel de satisfacción no se establece concorde a la frecuencia de las relaciones sexuales de los interrogados. Los electores de la derecha y del centro llevan una vida sexual menos intensa que los de los extremos.
Según la encuesta, los partidarios del presidente Nicolas Sarkozy hacen el amor 6,7 veces al mes. En cambio, los de extrema izquierda tienen 7,7 coitos al mes. Y los campeones de todas las categorías son los votantes de la extrema derecha que practican esta actividad 8 veces al mes.

Sin embargo, la correlación entre sexo y política también tiene otra explicación, que radica en las diferencias en el nivel social y educativo del electorado de cada partido, y los valores transmitidos por sus familias y amigos.

"Generalmente, los que votan por la derecha son gente de más edad que son más practicantes que los demás franceses. Por ello, tienen una actividad sexual menos frecuente", explicó a BBC Mundo François Kraus que dirigió la encuesta para el Ifop. "También tienen menos parejas lo cual es normal en estas generaciones", añadió.

Intercambio de parejas

A pesar de ello, algunas prácticas sexuales de los franceses sí se pueden vincular directamente con su ideología política, como el intercambio de parejas. El 10% de los simpatizantes de ultra izquierda admiten que lo practican: dos veces más que los demás.

"En este caso, existe una relación directa. El intercambio de parejas se debe a su visión económica. Se comparte todo, incluso las parejas", analizó Kraus.

De forma general, la mujer de izquierda parece más abierta. La gran mayoría de ellas han practicado el sexo oral una vez o más en su vida. Y en su conjunto, los votantes de la izquierda tienden a experimentar más cosas fuera de una actividad conyugal tradicional. Algunos admiten, por ejemplo, que se masturban y usan juguetes sexuales.

Al parecer, las opiniones políticas de los franceses no sólo se reflejan en su vida sexual, sino también en su forma de vivir. Los votantes de la derecha tienen una percepción más tradicional de la vida y de la familia. Los de izquierda suelen ser más individualistas y tener una vida social más activa con redes sociales más amplias.

En cuanto a la actitud de cada uno en el día de la votación, aún no se estudió en detalles. Sólo se sabe que los electores católicos suelen ir a misa antes de ir a votar. A la luz de la última encuesta, la pregunta es: ¿qué harán los partidores de Jean-Luc Mélenchon antes de poner el voto en la urna?

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