Definición de shock petrolífero según el Fondo Monetario Internacional= incremento interanual del precio del petróleo superior al 25%.
El petróleo ha roto la barrera de 90 € el barril, y cuando se haga
efectivo el embargo a Irán hay analistas que hablan de 100 €/barril. La
energía que importamos nos cuesta más que a los países emergentes, con
lo que no podemos mejorar nuestra competitividad ni tampoco nuestro
déficit en la balanza comercial. En España no hay petróleo pero si
recursos autóctonos –como el viento- para generar electricidad. Además,
un aerogenerador español de 2 MW genera la energía equivalente a 7000
barriles en un año. El viento es el petróleo español.
Definición de shock petrolífero según el Fondo Monetario
Internacional= incremento interanual del precio del petróleo superior al
25%. Llevamos tres: 2008, 2010 y 2011. En 2009 se
desplomó el precio del petróleo porque la economía mundial entró en
recesión, pero se recuperó rápidamente, y en los dos años siguientes se
ha incrementado en ambos en más de un 25% sobre el anterior. Tanto es
así que el precio actual del precio del petróleo medido en Euros está en
máximos históricos: el petróleo ha roto la barrera de 90 € el barril, y
cuando se haga efectivo el embargo a Irán hay analistas que hablan de
100 €/barril. No doy los precios en dólares porque en Europa no
funcionamos con esa moneda y el gasóleo hay que pagarlo en euros en la
gasolinera. Simplemente recordar que en julio de 2008 el barril de
petróleo alcanzó los 84 € el barril (precio medio mensual). Estamos un
7% por encima del precio pico anterior en Euros. Pasa inadvertido porque
en dólares parece menos= 118 vs. 133 de entonces. ¿Cómo se explica?
Porque en EEUU tienen más petróleo que en la UE y porque nuestro
querido Euro se ha devaluado frente al dólar: al otro lado del Atlántico
le empezaron a dar a la maquinita de hacer dinero ya en 2007 (el cambio
estaba en 1,57 en julio 2008) y en Europa hemos impreso nuevos Euros
desde 2008 y con buen ritmo también el año pasado (el cambio está ahora
en 1,31). Ver gráfico.
Si comparamos las dos monedas Dólar y Euro frente a los países
emergentes, ambas se han devaluado desde 2007, pero la nuestra se ha
devaluado más desde 2008. Eso significa que la energía que importamos
nos cuesta más que a los países emergentes. Así no podemos mejorar
nuestra competitividad ni tampoco nuestro déficit en la balanza
comercial.
Cuando la economía se suponía que iba bien en el año 2000 nos
gastábamos 20.000 M € en importar energía (carbón, gas y petróleo). El
año pasado (2011) la factura estará en 50.000 M €. Y eso que hemos
importado un 0,5% menos de energía que en el año 2000.
Si lo vemos en esfuerzo importador per cápita la comparativa es la siguiente (en unidades de energía, Tera julios):
Es evidente que por ejemplo la energía eólica española es más barata
que la energía importada donde el componente petrolífero compensa un
coste inferior del gas natural y del carbón. El problema español radica
en que la economía necesita una “mezcla” de energía en la que los
combustibles líquidos son el 53%, mientras que la electricidad, donde
está la eólica y la mayor parte de las renovables, sólo es el 22%.
Desgraciadamente las políticas de los últimos 20 años, basadas en unas
expectativas a largo plazo irreales de los precios del petróleo han
consolidado una dependencia de los combustibles líquidos que ahora son
un verdadero problema para la economía española. Se ha activamente
fomentado un estilo de vida muy intensivo en combustibles fósiles que
no se poseen, cuando se debería haber desincentivado su consumo para
fomentar un uso conservador y ahorrador de los mismos. Las últimas
políticas del anterior gobierno que intentaban fomentar el vehículo
eléctrico eran una admisión, tardía, a regañadientes y poco clara, de
que los combustibles fósiles eran un callejón sin salida energético para
el país.
En España no hay petróleo pero si recursos autóctonos para generar
electricidad. Si tuviéramos una economía con un mix energético inverso
respecto al actual (22% combustibles fósiles líquidos importados y 53%
electricidad con más de un 70% de recursos autóctonos), la economía
española estaría más inmunizada respecto a los incrementos de los
precios de los combustibles fósiles, aún así estamos mejor que en el año
2000 cuando los derivados del petróleo eran el 62% de la energía final.
Pero en la situación actual, ¿cuál es el efecto de los shocks petrolíferos sobre la economía?
La dependencia energética está ahogando la economía española. En el
año 2000 la economía crecía un 5% y el año pasado entramos en recesión
(otra vez, tras el shock petrolífero del 2008 y la crisis económica del
2009), en el año 2000 el barril estaba en 20 € mientras que el año
pasado alcanzó los 80 €. Al respecto, el Fondo Monetario Internacional
ha publicado un estudio según el cual los países que se gastan más de un
5% del PIB en importar combustibles fósiles (los “ultradependientes”),
en el año siguiente a un incremento de las importación del 25% este
esfuerzo en importar les va a ocasionar una destrucción de la economía
equivalente al 1% y de hasta un -1,5% del PIB en el segundo año. Para un
país como Alemania que se gasta menos del 3% del PIB en importar
energía el efecto sobre su economía es inferior al -0,5% del PIB.
En el año 2010 las importaciones incrementaron su precio en un 29%
(en Euros), la economía en 2011 en vez de crecer un 1,8% que se preveía
en 2010 al final creció un 0,7 %. El problema es que en 2011 las
importaciones incrementaron su precio en un 31% adicional. Lo que nos
lleva a que en 2012 la economía se reduzca en por lo menos un 1%
adicional a las previsiones de 2011, y como la previsión era de crecer
menos de un 1% entonces significa que este año vamos a estar en
recesión, de hecho el FMI habla de -1,7%.
Esto conlleva dos problemas: que el efecto de los shocks petrolíferos
se absorben muy mal por parte de los países ultradependientes (>5%
del PIB) como es España y se tarda 4 años en empezar a reducir el efecto
sobre el PIB (es decir que tenga un efecto reductor inferior
equivalente al 1%), por otra parte llevamos dos shocks seguidos y podría
haber un tercero este año con el embargo a Irán por lo que es difícil
calcular cuánto va a ser el efecto sobre la economía española y cuánto
va a durar. Los shocks petrolíferos de los 70s se tardaron casi 15 años
en superar, y sin embargo se han vuelto a cometer los mismo errores de
política energética.
En 2008, tras el primer shock petrolífero del SXXI, la economía
española entró en recesión al año siguiente, al mismo tiempo empezó a
destruir la parte de la economía que no podía funcionar con altos
precios de la energía y por lo tanto también demanda de productos
petrolíferos. Como la tregua en el precio del petróleo no duró ni un
año, en 2009 empezó otra vez a subir el precio del petróleo, no hubo
tiempo para que la economía se reequilibrara y se siguió destruyendo
economía y empleos no competitivos con altos precios energéticos. En
2010 ocurrió el 2º shock petrólifero y en 2011 el tercero. Como
resultado de esto la demanda energética española se ha reducido en un 7%
respecto al pico de 2007, se han perdido 3 millones de puestos de
trabajo, y si se contabiliza la recesión económica del 2012 se habrá
reducido la economía en un 5% respecto a 2008.
Ante este panorama, se explica porque las autopistas están vacías,
los aeropuertos no tienen aviones, las infraestructuras de gas se
utilizan al 30%, las aerolíneas quiebran , etc. Todo lo que funciona con
energía importada se está redimensionando porque no nos podemos
permitir los altos precios de los combustibles fósiles.
Apostar ahora por el status quo energético es muy peligroso ya que
conlleva costes crecientes de las importaciones y un impacto creciente
sobre la economía, por lo que la recesión sólo se podría agravar.
Actualmente la prioridad debería ser reducir las importaciones
energéticas del exterior, fomentar el ahorro energético, la
electrificación urgente y masiva de la sociedad, y promover los recursos
energéticos autóctonos de la forma económicamente más eficaz.
Una política energética racional debería penalizar los consumos de
productos importados y fomentar los productos energéticos autóctonos.
Por cierto: Un aerogenerador español de 2 MW = genera energía
equivalente a 7000 barriles en un año = 140.000 barriles de petróleo en
20 años sin variaciones en el precio. El viento es el “petróleo”
español.
Por Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas de AEE
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