Un equipo de investigación europeo, liderado por un científico español, revela por primera vez cómo se formó el estratovolcán Teide-Pico Viejo de las Islas Canarias y cuánto tiempo tardó en hacerlo.
Hasta ahora existían varias hipótesis sobre la formación de la
depresión de la caldera de Las Cañadas en la que surgieron los volcanes
del Teide (3.718 metros) y Pico Viejo (3.135 metros) de la isla de
Tenerife.
Un nuevo estudio confirma que la caldera se formó como respuesta a un
deslizamiento geológico y que el grueso del relleno del valle de Icod,
que sirve de base al estratovolcán, se produjo en un periodo de 40.000
años.
“A escala geológica se trata de un intervalo de tiempo muy corto”,
dice a SINC Vicente Soler, investigador de la Estación Volcanológica de
Canarias y coordinador del estudio publicado en Geomorphology.
Esta nueva datación ha sido posible porque, por primera vez, los
científicos han tenido acceso subterráneo a las primeras lavas emitidas
tras el deslizamiento.
En total, el equipo de científicos recogió un centenar de muestras
para conocer el momento en que se produjo el deslizamiento, hace 180.000
años. Según los resultados, el sistema respondió hace 160.000 años y el
nuevo volcán se empezó a formar hace 120.000 años.
El ‘hueco’ en el que nació el Teide
El deslizamiento produjo “un hueco” que formó la gran depresión de la
caldera. En la misma zona del archipiélago canario “creció el volcán
del Teide como respuesta geológica”, comenta el investigador.
Durante las últimas décadas, el origen geológico de esta depresión
había sido motivo de controversia científica. Hasta ahora había dos
respuestas plausibles al origen de estas depresiones, tanto la de las
Cañadas del Teide, como los valles de Güimar y la Orotava.
La primera hipótesis atribuía su formación a un hundimiento posterior
a una erupción, que vació la cámara magmática y creó el hueco de la
caldera. Después de varias investigaciones, se confirma la segunda
hipótesis, que apuntaba a un deslizamiento desde el norte de la isla
hacia el mar. La zona está ahora rodeada por paredes verticales –a
excepción de la parte superior– que “serían la cicatriz provocada por
aquel gran deslizamiento”, confirma Soler.
Con el paso del tiempo, la gran depresión se fue rellenando hasta
formar el Teide, que se convirtió en el pico más alto de España por “un
caprichoso azar de la naturaleza”, una erupción que “se pudo producir en
el siglo XIV”, pronostica el geofísico.
Datar rocas canarias
El estudio también permitió saber cuánto tardaron los magmas,
originalmente basálticos, en evolucionar hacia otro tipo de material.
“La edad de las rocas se ha deducido por la relación de su contenido en
potasio y en argón, ya que la cantidad de los dos elementos químicos es
proporcional al tiempo transcurrido desde su enfriamiento”, explica
Soler.
Desde hace 120.000 años, los magmas se han diferenciado hasta
conferir las características actuales al entorno del Teide. La máxima
diferenciación se encuentra en Montaña Blanca, donde hay piedra pómez
de una erupción ocurrida hace 2.000 años.
Pero hay otras rocas típicas de la zona, como las rocas traquitas y
las fonolitas, que dejaron de ser basalto cuando se empobrecieron de
hierro y ganaron en dióxido de silicio. Soler comenta que el análisis
geoquímico de las rocas permite conocer el estado del sistema magmático,
saber en qué punto se encuentra y cómo evoluciona.
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