Actualmente, la mayor parte de nuestra existencia la pasamos en el puesto de trabajo. Disfrutar con lo que hacemos es, por tanto, esencial para estar bien con uno mismo y realizar adecuadamente las tareas laborales.
De nuevo es lunes, otra semana más, vuelta al trabajo. ¿Suplicio o
una tarea bien llevada? ¿Se puede ser feliz en el trabajo? Lo que
realmente marca la diferencia no es la profesión a la que te dedicas
sino el enfoque con el que vives esa dedicación. Ésta es la tesis que
Ricardo Gómez defiende en su libro Trabajo y felicidad
(Editorial Conecta). El autor intenta “señalar un camino para encontrar
la felicidad en el trabajo, camino que pasa por tomar conciencia y
responsabilizarnos de nuestras vidas para vivirlas libremente y
contribuir así a la liberación de quienes nos rodean”.
La mayor parte de nuestra existencia la pasamos en nuestro lugar de trabajo –un estudio de Randstad afirma que ocho de cada diez españoles pasa más horas en su puesto de trabajo debido a la crisis-. De este modo, es esencial disfrutar con aquello que hacemos y sacar el lado positivo de todas nuestras tareas. Más que nada, porque tener una actitud positiva hacia todos los aspectos de la vida en general, y hacia el trabajo, en particular, hará que seamos más felices.
“Viviendo la faceta profesional deseando que llegue el fin de semana, las vacaciones o la jubilación, hará que sólo te fijes en lo negativo y dificultará el disfrute del trabajo”, destaca Gómez.
¿Cómo lograrlo?
Actitud mental. No sólo es el trabajo que uno realiza, aunque sí es cierto que algunas tareas son más motivadoras que otras; lo que hace que seamos felices y disfrutemos es la actitud con la que nos enfrentamos a nuestro día a día.
El autor muestra tres niveles que se deben trabajar para lograr la felicidad:
1.Plano mental: Aprender ver con perspectiva, observar qué nos gusta de nuestro empleo y volver a descubrir aquellos elementos que un día nos hicieron sentir afortunados.
2.Plano emocional: Expresar las emociones y poner en práctica el agradecimiento.
3.Plano físico: Cuidar la alimentación, los hábitos y llevar una vida sana. Esto hará que tengamos más energía.
A partir de este punto, Gómez ofrece una serie de herramientas para enfocar la vida y el trabajo hacia el camino de la felicidad:
1.Sentar las bases: “La persona que da lo mejor de sí misma y siente que está contribuyendo a una causa más elevada obtiene una satisfacción más profunda, estable y poderosa que cualquier otra fuente de motivación”, afirma el autor del libro.
2.Las alas de la mente: No existe el trabajo perfecto. Es algo que todos sabemos. Entonces, no hace falta amargarse intentando buscar la perfección. Es necesario controlar esta creencia para evitar la infelicidad y las sensaciones negativas.
3.La emoción: Haga que la emoción sea su aliada. Escúchela.
4.Cuidarnos: Será más feliz si está a gusto consigo mismo. Cuide su alimentación, sus hábitos y las relaciones con los demás.
5.Cambiar el mundo: Empezar el cambio por uno mismo es el primer paso para modificar el resto.
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