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domingo, 12 de febrero de 2012

El cómic, mercado emergente


Si hay un sector que sobrevive a la tormenta en España es el del cómic, mercado emergente. "Como este formato nunca ha conocido una gran euforia, ha logrado soportar bastante bien la crisis pues cuando partes de un nivel bajo es fácil crecer, lo difícil es caer ". Alvaro Pons tiene el honor de representar a los dibujantes patrios en el festival que se celebra estos días en la localidad francesa de Angouleme y que tiene a España como país invitado.


Aunque no corren buenos tiempos para la cultura, en los últimos años el cómic español ha logrado un gran reconocimiento “gracias a su impacto mediático”. Mercado emergente, paso a paso ha ido subiendo peldaños y ahora ocupa el podio de los ilustres: "es el festival más importante de Europa, un gran referente, así que era importante el reto de ampliar nuestra presencia en Angouleme", dice Pons, autor de La cárcel de papel.

Para reto el de sintetizar la historia del cómic en unos cuentos metros cuadrados. La exposición Tebeos el cómic español logra la hazaña y con nota. “Los que no saben nada de viñetas tienen aquí todo lo que necesitan saber”, explica el español.

Esta gran exhibición repasa la historia de las publicaciones animadas, desde el nacimiento del cómic hasta los diseños actuales y vanguardistas. En Angouleme se mezclarán tres tiempos, "el presente, el pasado y el futuro", para que los autores pez en la materia se pongan al día.

Vistazo a la Historia

Los detectives más patosos de la Tía volverán a hacer de las suyas y esta vez no estarán solos porque al viaje se les unirán los endiablados gemelos Zipi y Zape. Desde las historias más comerciales, hasta el manga, "la variedad de la producción española es tremenda", afirma el orgulloso comisario.

La diversidad tiene nombres y apellidos: Max, Paco Roca, Felipe Hernández, Bartolomé Seguí, Kim, Sonia Pulido o Juanjo Guarnido son sólo algunos de los representantes patrios en la cita gala. Pero además de los citados Premios Nacionales y los ya consagrados se encuentran también las jóvenes promesas, los encargados de marcar el camino a partir de ahora.

En conjunto más de un centenar de autores en una exposición que no se limitara al papel, pues hay actividades interactivas. Además, los visitantes podrán ver a los artistas trabajar en directo y meterse en la piel de sus caricaturas favoritas a través de una tebeoteca instalada en el stand español en la que se podrá avanzar o retroceder en el tiempo del cómic.

Una historia que aún se ilustra. Mientras en los años 70 autores como Carlos Giménez, Luis García, Enric Sio o Josep María Beà se abrían camino tras la dictadura, ahora son medio centenar de creadores los que tratan de adecuar el tebeo a la revolución digital. Al igual que los libros o los periódicos, las viñetas pasan por la tableta, un formato “perfecto” para el cómic inmortal.

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