Los exconsejeros de BFA que declararon en la Audiencia Nacional en el caso Bankia mostraron la sorpresa que les supuso la dimisión de Rodrigo Rato como presidente del grupo y en algunos casos descargaron responsabilidades por su escasa idoneidad para formar parte de los órganos de gestión del grupo.
Ese fue el caso de Mercedes Rojo-Izquierdo, que formaba parte de la Comisión de Auditoría de BFA pero que explicó al juez Fernando Andreu que no tenía conocimientos para ocupar ese puesto y que así lo hizo saber a los gestores del grupo financiero.
Rojo-Izquierdo fue una de las que más sorpresa mostró por la dimisión de Rodrigo Rato, que dijo que se debió a la pérdida de confianza del Ministerio de Economía.
La exasesora de Esperanza Aguirre coincidió con el exsecretario general del PP de la Comunidad de Madrid Ricardo Romero de Tejada, y con el representante de Bancaja, Ángel Villanueva Pareja, en que no se pudieron cometer irregularidades dentro del grupo por la elevada calidad de los asesores que había, como la auditora Deloitte o el despacho Uría Menéndez.
Durante su declaración, Romero de Tejada también insistió en que no pudo haber irregularidades en Bankia-BFA porque el supervisor bancario estuvo "al tanto" de todo el proceso de creación del grupo financiero y de su salida a Bolsa, en julio de 2011.
En la misma línea se pronunció el secretario del consejo de administración de Bancaja, Ángel Villanueva Pareja, que aseguró ante los medios de comunicación que "no hay nada detrás" del agujero que llevó a la nacionalización de Bankia este año, ya que "todo estaba muy auditado".
Las defensas de los imputados sostienen que el agujero de Bankia se gestó por las nuevas exigencias de provisiones sobre la cartera inmobiliaria que impuso el Gobierno y no por una falta de diligencia de los gestores del grupo.
En cualquier caso, entre dietas y remuneración por pertenencia a las comisiones de BFA, Romero de Tejada percibió en 2011 116.000 euros; Mercedes Rojo-Izquierdo, 144.000 euros, y Ángel Villanueva Pareja, 188.000 euros.
En la segunda jornada de interrogatorios de las 18 previstas por el caso Bankia, los exconsejeros de BFA también mostraron su disgusto por la reformulación de cuentas que hubo que acometer en mayo, cuando Rato fue sustituido por José Ignacio Goirigolzarri.
Romero de Tejada defendió las primeras cuentas del ejercicio de 2011, que reflejaron un beneficio de 309 millones de euros frente a las pérdidas de 2.979 millones que arrojó la reformulación del pasado mes de mayo.
"Tan correcto era dar unos beneficios de 300 millones de euros como unas pérdidas de 3.000 millones", llegó a afirmar, según las fuentes jurídicas consultadas, alegando que las modificaciones se debían a la variación en las provisiones, que era opinable.
Así, señaló que no compartía los ajustes contables que propuso el nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que fue el que anunció la necesidad de reformular las cuentas y de pedir una ayuda pública de 19.000 millones de euros.
Salida a Bolsa
Respecto a la salida a Bolsa, el secretario del consejo de administración de Bancaja, Ángel Villanueva Pareja, reconoció que la idea de las cajas integrantes de Bankia-BFA era crear una sociedad atractiva, por lo que se sacaron los inmuebles más tóxicos, que quedaron en BFA.
Sin embargo, consideró que la salida a Bolsa fue correcta porque se cumplieron todos los requisitos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y del Banco de España, que puso énfasis en que el precio de cotización viniera determinado por los inversores institucionales.
Desde el 5 de noviembre hasta el 20 de diciembre pasarán por la Audiencia Nacional los 33 exconsejeros de BFA y Bankia que han sido imputados a raíz de la querella presentada por UPyD, que les acusa de delitos de estafa, administración desleal, apropiación indebida, falsificación de cuentas y maquinación para alterar el precio de las cosas.
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