La familia, la prestación por desempleo o la economía sumergida no son capaces de mantener por más tiempo a los miles de personas que no trabajan. Un informe de la Obra Social La Caixa revela que el sistema de protección social español es débil y que cerca de dos millones y medio de personas se encuentran en situación de pobreza severa.
Los jóvenes, los niños y las familias monoparentales son los colectivos más vulnerables a la crisis y entre los que más ha aumentado la pobreza. En España la situación es mucho más grave que en el resto de Europa, hasta el punto de que desde 2007, nuestro país ha experimentado el crecimiento más importante de pobreza severa, superando el 5% de la población (el doble que el resto de los países).
Una de las razones a esta situación es que en España se ha destruido mucho más empleo (el 11% entre 2007 y 2011) que en otros estados con una evolución similar del PIB. Así, el 7,6% de los hogares tienen a todos sus miembros activos en paro, el doble que en países como Dinamarca, Gran Bretaña o Francia.
Y el futuro inmediato no pinta mucho mejor que el pasado y el presente. "Angela Merkel ha apuntado que aún quedan cinco años de crisis, pero nadie sabie qué pasará. Las medidas adoptadas no han sido eficaces, como ya se ha visto. Ni el sistema de protección social ni la capacidad de las familias españolas dan para cinco años más", ha dicho el director ejecutivo de la Obra Social La Caixa, Jaime Lanaspa, durante la presentación del estudio 'Crisis y fractura social en Europa. Causas y efectos en España'.
En opinión de Miguel Laparra, profesor de la Universidad Pública de Navarra y coautor del documento, el estallido de la búrbuja inmobiliaria es insuficiente para explicar el incremento de la pobreza en nuestro país. "Hay que contrarrestar la idea de que para enfrentarse a la crisis no había otra forma. Pensamos que el impacto ha sido extremadamente fuerte en la destrucción de empleo por la flexibilidad perversa y por la debilidad del modelo social (incapaz de llegar a los más excluidos. Y el recurso tracional a la familia en España ha llegado a la saturación".
La profesora Begoña Pérez, coautora del documento, advierte que la familia tradicional ha cambiado y que cada vez hay más hogares monoparentales o de personas solas, lo que lleva a que "no gocen de la protección familiar".
La pensión del abuelo
Pero además, según la EPA, ya hay un 7,16% de hogares con todos sus miembros en paro. De estos, uno uno de cada cinco hogares (300.000 familias, el triple que en 2008) vive gracias a la pensión del abuelo.
Los jovenes están atrapados en el círculo y el 53% de nuestra población de entre 18 y 34 años convive con sus padres, frente al 17,7% de Dinamarca, el 34% de Francia y el 39% de Reino Unido. Además, el 25% de los jóvenes españoles de entre 20 y 30 años ni estudia ni trabaja, "la proporción más alta del os pa´sies analizados y 9 puntso más que antes de la crisis", dice Pérez.
¿Qué está fallando en España? Los autores insisten en que sí que ha aumentado el número de hogares que perciben alguna prestación social (59% en 2010), pero "esas ayudas no siempre son proporcionales a las necesidades. Así, una persona que haya cotizado más o haya tenido durante más tiempo un empleo estable recibe más ayuda, aunque tal vez no se encuentre en una situación tan precaria".
En cuanto a los jóvenes, los investigadores añaden que en nuestro país ha fallado el sistema de becas y otras medidas de fomento al estudio, como sucede en Dinamarca o Francia. "Muchos jóvenes abandonaron sus estudios en la época de bonanza económica y cuando llegue el momento de salir de la crisis estarán en desventaja".
Laparra y Pérez no han ocultado su pesimismo por las conclusiones que arroja el informe, ero destacan el valor de estos trabajos para dar a conocer la dimensión de "esta crisis sin precedentes".
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