El 90% de los españoles reconoce que la ciencia es fundamental para el progreso económico y mejorar la calidad de vida, pero a la hora donar dinero para financiarla sólo el 37% está dispuesto a hacerlo. En la práctica, la mayoría de las donaciones privadas son para obras sociales y cultura.
El mensaje de que la I+D+i es la llave maestra para cambiar el modelo económico y reflotar la maltrecha situación financiera de nuestro país ha calado en los ciudadanos, tanto que casi el 90% declara su apoyo a la ciencia, hasta el punto de que en el actual escenario de recortes y ajustes del gasto público, el 60% opina que el Gobierno debería aumentar la inversión en ciencia y tecnología.
Además, el 60% de los españoles cree que la empresas no dedican sufiencientes recursos a la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Pero una cosa es la declaración de intenciones y otra muy distinta pasar a la acción, según se desprende del dato de que el 36,7% afirma que estaría dispuesto a hacer donaciones altruistas para la ciencia, la misma proporción que expresa su negativa a contribuir económicamente al desarrollo de la ciencia.
Estas son algunas de las conclusiones de la VI Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, realizada por la Fundación España para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt). Para la Secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, es baja la cifra del 37% de ciudadanos que estaría dispuesto a donar, "sobre todo comparada con el reconocimiento que tienen la ciencia y los científicos". Por el contrario, el director general de Fecyt, José Ignacio Fernández, es de los que ven la botella medio llena y opina que es "es un porcentaje bastante alto".
En lo que sí coinciden ambos es en que en España no existe tradición de mecenazgo a la ciencia, sino que "de las más de 10.000 fundaciones que hay aquí, apenas una docena se dedica al fomento de la investigación cientifíca", indica Fernández. "Los ciudadanos donan para causas sociales, el arte y la cultura, pero no para ciencia", añade Vela.
El mecenazgo científico sí es habitual en países como Estados Unidos o Reino Unido, lo que les ha permitido mantener su posición de liderazgo en situaciones de recorte presupuestario, como la que atraviesa ahora la ciencia española, según el director de Fecyt.
Para incrementar las aportaciones individuales, Carmen Vela se inclina por el micromecenazgo "para atraer la mayor inversión privada", aunque no rechaza la idea de que incluir una casilla para la ciencia en la declaración de la renta. En el contexto actual, el objetivo de Europa es que los dos tercios del sector se financie con fondos privados, pero "en España habría que rebajarlo para hacerlo más factible", ha indicado la Secretaria de Estado durante la presentación de los resultados de la encuesta.
Dominio de Internet
El estudio, que se ha realizado a partir de 7.784 entrevistas en todo el territorio nacional, pone al descubierto otros aspectos menos favorables, como que uno de cada cuatro españoles no está interesado en la ciencia porque no la entiende o directamente porque no despierta su interés. Además, el 42% cree que su eduación científica es baja o muy baja (aunque el 46% piensa que es normal y un 10% alta o muy alta).
Sobre los intereses de la profesión investigadora, el 60% cree que es muy atractiva para los jóvenes y que les compensa personalmente, ya que está mal remunerada económicamente (opinión que comparte el 49% de encuestados).
Un dato relevante en esta edición de la encuesta (que se realiza cada dos años desde 2002) es que por primera vez Internet supera a la televisión como primera fuente de información científica. El 61% de las personas recurre a Internet para satisfacer sus inquietudes científicas (frente al 52,7% en 2010), y los medios generalistas pierden posiciones en favor de las redes sociales, blogs y medios digitales especializados.
Además, el 60% de los españoles cree que la empresas no dedican sufiencientes recursos a la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Pero una cosa es la declaración de intenciones y otra muy distinta pasar a la acción, según se desprende del dato de que el 36,7% afirma que estaría dispuesto a hacer donaciones altruistas para la ciencia, la misma proporción que expresa su negativa a contribuir económicamente al desarrollo de la ciencia.
Estas son algunas de las conclusiones de la VI Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, realizada por la Fundación España para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt). Para la Secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, es baja la cifra del 37% de ciudadanos que estaría dispuesto a donar, "sobre todo comparada con el reconocimiento que tienen la ciencia y los científicos". Por el contrario, el director general de Fecyt, José Ignacio Fernández, es de los que ven la botella medio llena y opina que es "es un porcentaje bastante alto".
En lo que sí coinciden ambos es en que en España no existe tradición de mecenazgo a la ciencia, sino que "de las más de 10.000 fundaciones que hay aquí, apenas una docena se dedica al fomento de la investigación cientifíca", indica Fernández. "Los ciudadanos donan para causas sociales, el arte y la cultura, pero no para ciencia", añade Vela.
El mecenazgo científico sí es habitual en países como Estados Unidos o Reino Unido, lo que les ha permitido mantener su posición de liderazgo en situaciones de recorte presupuestario, como la que atraviesa ahora la ciencia española, según el director de Fecyt.
Para incrementar las aportaciones individuales, Carmen Vela se inclina por el micromecenazgo "para atraer la mayor inversión privada", aunque no rechaza la idea de que incluir una casilla para la ciencia en la declaración de la renta. En el contexto actual, el objetivo de Europa es que los dos tercios del sector se financie con fondos privados, pero "en España habría que rebajarlo para hacerlo más factible", ha indicado la Secretaria de Estado durante la presentación de los resultados de la encuesta.
Dominio de Internet
El estudio, que se ha realizado a partir de 7.784 entrevistas en todo el territorio nacional, pone al descubierto otros aspectos menos favorables, como que uno de cada cuatro españoles no está interesado en la ciencia porque no la entiende o directamente porque no despierta su interés. Además, el 42% cree que su eduación científica es baja o muy baja (aunque el 46% piensa que es normal y un 10% alta o muy alta).
Sobre los intereses de la profesión investigadora, el 60% cree que es muy atractiva para los jóvenes y que les compensa personalmente, ya que está mal remunerada económicamente (opinión que comparte el 49% de encuestados).
Un dato relevante en esta edición de la encuesta (que se realiza cada dos años desde 2002) es que por primera vez Internet supera a la televisión como primera fuente de información científica. El 61% de las personas recurre a Internet para satisfacer sus inquietudes científicas (frente al 52,7% en 2010), y los medios generalistas pierden posiciones en favor de las redes sociales, blogs y medios digitales especializados.
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