Una excavación en Guatemala ha desvelado pinturas relacionadas con el calendario maya que arrojan luz sobre diversos secretos de esta civilización.
Una gran ciudad, construida por los antiguos mayas, y descubierta hace
casi un siglo, está comenzando a revelar sus secretos. En una excavación
en el extenso complejo de Xultún, en la región de Petén, en Guatemala,
los arqueólogos han descubierto una estructura que contiene lo que
parece haber sido el espacio de trabajo del escribano de la ciudad, con
paredes adornadas con pinturas únicas, muchas de las cuales son los
cálculos relacionados con el calendario maya. El descubrimiento ha sido
publicado en la revista National Geographic, y en la revista Science.
Una de las paredes de la estructura está cubierta con diminutos glifos
rojos y negros; algunos de ellos, parecen representar los diferentes
ciclos calendáricos trazados por los mayas: el calendario ceremonial de
260 días, el calendario solar de 365 días, el ciclo de 584 días del
planeta Venus, y el ciclo de 780 días de Marte, según informa el
arqueólogo William Saturno, de la Universidad de Boston, quien dirigió
la exploración y la excavación.
"Por primera vez, podemos observar los registros reales de un
escribano, cuyo trabajo consistía en ser el guardián del registro
oficial de una comunidad maya", explica Saturno. Según los científicos
del proyecto, a pesar de la creencia popular, no hay ninguna señal de
que el calendario maya -o el mundo- acaben en el año 2012; el calendario
marca, más bien, el transcurso de diferentes ciclos.
El mural representa el primer arte maya que se encuentra en las paredes
de una casa. "Hay glifos pequeños por toda la pared, barras y puntos
que representan columnas de números. Nunca hemos visto nada así", afirma
David Stuart, profesor de Arte Mesoamericano y Escritura en la
Universidad de Texas, en Austin, quien descifró los glifos.
La estructura fue descubierta, por primera vez, en 2010, por el estudiante de Saturno, Max Chamberlain.
Luego, con el apoyo de una serie de becas de la National Geographic
Society, Saturno y su equipo pusieron en marcha una exploración
organizada, y una excavación. Xultún, un terreno de 12 kilómetros
cuadrados, donde decenas de miles de personas vivieron en el pasado, fue
descubierto, por primera vez, hace unos 100 años, por un trabajador
guatemalteco.
El equipo de excavaciones reveló que la construcción monumental de
Xultún comenzó en los primeros siglos antes de Cristo. El sitio prosperó
hasta el final del período Clásico Maya: el último monumento esculpido
de Xultún data de, alrededor del 890 después de Cristo. "Es extraño que
los escritos y obras de arte en las paredes de Xultún se conserven,
especialmente en una casa enterrada a solo un metro por debajo de la
superficie", concluye Saturno.
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