El crecimiento fotovoltaico permite ahorrar en la importación de energías fósiles

En 2011, el sector fotovoltaico asumió el 62% de los recortes del sistema eléctrico. El sector fotovoltaico vive una dramática situación que sitúa al 70% de las instalaciones al borde de la quiebra en los 3 próximos años.

Durante el primer trimestre del año, el sector fotovoltaico facturó un 37% más, 753 millones de euros frente a los 547 registrados el año anterior. Las cifras pueden llevar al equívoco, ya que no se trata de rendimiento, que en el mejor de los casos se mantiene, sino al crecimiento del número de instalaciones. El claro beneficiario de este aumento es el país, por el ahorro que supone en importación de gas y petróleo y la contribución a un medio ambiente sano.

En 2011, el sector fotovoltaico asumió el 62% de los recortes del sistema eléctrico. El sector fotovoltaico vive una dramática situación que sitúa al 70% de las instalaciones al borde de la quiebra en los 3 próximos años. Mientras peligra la inversión de 55.000 familias a consecuencia de las medidas retroactivas introducidas por el anterior gobierno en el RDL 14/10, las tres grandes eléctricas reconocen un beneficio conjunto de 2.050 millones de euros en el primer trimestre.

No conformes con tan sustancioso pastel en tiempos de crisis, las compañías más favorecidas por el funcionamiento del mercado eléctrico español mantienen su oligopolio. En lugar de avanzar hacia la liberalización real, exigen al Estado una supuesta deuda de 24.000 millones de euros, un argumento falaz que usan para frenar el desarrollo de las energías renovable, ignorando la decisiva contribución de éstas a la reducción de la dependencia de las energías fósiles y con ello, la mejora del medio ambiente.

La energía nuclear no es la alternativa. Se confunde interesadamente barato con rentable. En el caso de la nuclear es ambas cosas, pero para sus accionistas, claro. Sus costes de generación son de alrededor de 18€/MWh, pero se paga a una media 46€/MWh en el mercado, un amplio margen de beneficios sin parangón en el sector eléctrico, sobretodo si tenemos en cuenta los gastos de eliminación de los residuos y el grave riesgo que conlleva para la ciudadanía este tipo de energía.