Después de años de investigaciones sin resultados definitivos sobre sus presuntos efectos nocivos para la salud, un nuevo estudio a gran escala descubrió justamente lo contrario: sus consumidores tienden a vivir más.
El estudio con 400 mil personas
es el más grande efectuado sobre el tema, y los resultados deberían
tranquilizar a los amantes de la bebida aromática que hasta ahora creían
que es un placer que podría hacerles daño. "Nuestro estudio indica que
ese no es el caso", resumió el líder de la investigación, Neal Freedman, del Instituto Nacional para el Cáncer. "De hecho, podría haber un modesto beneficio en beber café", agregó.
Nadie sabe por qué. El café contiene un millar de cosas que pueden afectar la salud, desde útiles antioxidantes hasta pequeñas cantidades de sustancias relacionadas con el cáncer. Su ingrediente más estudiado -la cafeína- no formó parte de los resultados del nuevo estudio.
No es que los estudios previos fueran incorrectos. Existen pruebas de que el café puede elevar el colesterol malo, así como la presión arterial en el corto plazo, y estos a su vez pueden incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Incluso en el nuevo estudio, al principio parecía que los bebedores de café morían a una mayor tasa, pero también tienden a fumar, a beber más alcohol, a comer más carne roja y a ejercitarse menos que
los que no toman café. Una vez que los investigadores consideraron esos
factores, surgió un patrón claro: cada taza de café diaria eleva las
probabilidades de vivir más.
El estudio fue realizado por los Institutos Nacionales de Salud y por
la asociación estadounidense de jubilados AARP. Los resultados se
publicaron en la revista New England Journal of Medicine.
Sin embargo, todo ello no prueba que el café haga que la gente viva
más: sólo que parece haber una relación. Al igual que la mayoría de los
estudios sobre dieta y salud, este se basa estrictamente en la
observación de los hábitos de las personas y en el estado de salud
resultante, así que no demuestra causa y efecto.
No osbtante, con tanta gente involucrada en el estudio, con más de
una década de seguimiento y con suficientes fallecimientos para
comparar, "ésta es quizá la mejor evidencia que tenemos" y que quizá
tendremos, dijo el doctor Frank Hu, de la Facultad de Salud Pública de
la Universidad de Harvard.
Los resultados
El nuevo estudio comenzó en 1995 e involucró a miembros de la AARP de
entre 50 y 71 años que radicaban en California, Florida, Luisiana,
Nueva Jersey, Carolina del Norte, Pensilvania, Atlanta y Detroit. No se
incluyeron personas que ya tenían males cardiovasculares o cáncer.
Tampoco participaron individuos que llevaran dietas con demasiadas
calorías por día o demasiado pocas. El resto dio información sobre
consumo de café una sola vez, al inicio del estudio.
"La gente es bastante estable en su consumo de café a lo largo de su
vida", así que la medición única no debe ser una limitante de
relevancia, dijo Freedman.
De los 402.260 participantes, unos 42.000 no bebían café. Unos 15.000
bebieron seis tazas o más al día. La mayoría tomaban dos o tres.
Para 2008, unos 52.000 habían muerto. Comparados con los que no
bebían café, los varones que tomaban dos o tres tazas al día tenían 10%
menos probabilidades de morir a cualquier edad. Para las mujeres, la
diferencia era de 13 por ciento.
Incluso una sola taza al día parecía reducir el riesgo un poco: 6% en
hombres y 5% en mujeres. El efecto más fuerte fue en mujeres que
tomaban cuatro o cinco tasas al día: con 16% menos riesgo.
Ninguno de esos es un número grande, y Freedman no pudo decir cuánta vida extra se obtiene con café.
"Realmente no puedo calcularlo", dijo, en especial porque el
tabaquismo es un factor clave que afecta la longevidad a cualquier edad.
Los bebedores de café tendían menos a morir de enfermedades cardiacas
o respiratorias, de accidentes cerebrovasculares, diabetes, lesiones,
accidentes o infecciones. Y no se detectó efecto algunos en riesgo de
muerte por cáncer.
Fuente: AFP
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