El proyecto, llamado Cabo Cortés y que será propiedad del Banco Sabadell en cuanto esta entidad culmine su absorción de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, tiene una capacidad que ronda.
Greenpeace México acaba de lanzar una campaña de movilización
para exigir a las autoridades del país que tomen medidas para salvar el
arrecife y el Parque Nacional Marino de Cabo Pulmo, amenazado por un mega-proyecto turístico español.
El proyecto, llamado Cabo Cortés y que será propiedad del Banco Sabadell en cuanto esta entidad culmine su absorción de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, tiene una capacidad que ronda las 30.000 habitaciones de hotel: similar al conjunto de Cancún.
Con hoteles, viviendas, puerto deportivo de 490 amarres, una gran desaladora para proporcionar agua (en un estado, Baja California Sur, semi-desértico) y otras infraestructuras asociadas, el proyecto es una amenaza para la supervivencia de Cabo Pulmo.
Cabo Pulmo es una reserva marina que alberga los arrecifes coralinos más importantes del Golfo de California. Los habitantes de esta Área Natural Protegida renunciaron desde hace más de 15 años a las actividades pesqueras para dedicarse a la conservación y el ecoturismo, logrando una recuperación sorprendente de la salud del arrecife y del número y tamaño de las especies que lo habitan.
Pese a estas circunstancias, y en un proceso plagado de irregularidades, las autoridades mexicanas han dado visto bueno al proyecto, con lo que están poniendo intereses particulares por encima del interés general.
El próximo verano México celebra elecciones presidenciales. En este contexto, desde Greenpeace estamos pidiendo a la población que vote, antes, para exigir la defensa de Cabo Pulmo. Se puede hacer en numerosas mesas de votación que estarán presentes, a lo largo de las próximas semanas, en diferentes puntos del país.
Nuestra voz desde España también es importante, entre otras cosas, porque con proyectos como éste nuestras empresas pretenden “exportar” a otros países el destructivo e insostenible modelo turístico y de construcción que antes devastó el litoral español. La apuesta es clara: buscar en otros lugares los paisajes vírgenes que aquí ya fueron destrozados, para reproducir un modelo basado en el ladrillo, buscando el beneficio de corto plazo para unos pocos, en detrimento de la sostenibilidad y el futuro de muchos.
Por eso te pedimos tu ayuda para salvar Cabo Pulmo. Si quieres apoyarnos, firma nuestra petición
¡Gracias!
Mabel González Bustelo (@MabelBustelo), área de Investigación e Incidencia
El proyecto, llamado Cabo Cortés y que será propiedad del Banco Sabadell en cuanto esta entidad culmine su absorción de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, tiene una capacidad que ronda las 30.000 habitaciones de hotel: similar al conjunto de Cancún.
Con hoteles, viviendas, puerto deportivo de 490 amarres, una gran desaladora para proporcionar agua (en un estado, Baja California Sur, semi-desértico) y otras infraestructuras asociadas, el proyecto es una amenaza para la supervivencia de Cabo Pulmo.
Cabo Pulmo es una reserva marina que alberga los arrecifes coralinos más importantes del Golfo de California. Los habitantes de esta Área Natural Protegida renunciaron desde hace más de 15 años a las actividades pesqueras para dedicarse a la conservación y el ecoturismo, logrando una recuperación sorprendente de la salud del arrecife y del número y tamaño de las especies que lo habitan.
Pese a estas circunstancias, y en un proceso plagado de irregularidades, las autoridades mexicanas han dado visto bueno al proyecto, con lo que están poniendo intereses particulares por encima del interés general.
El próximo verano México celebra elecciones presidenciales. En este contexto, desde Greenpeace estamos pidiendo a la población que vote, antes, para exigir la defensa de Cabo Pulmo. Se puede hacer en numerosas mesas de votación que estarán presentes, a lo largo de las próximas semanas, en diferentes puntos del país.
Nuestra voz desde España también es importante, entre otras cosas, porque con proyectos como éste nuestras empresas pretenden “exportar” a otros países el destructivo e insostenible modelo turístico y de construcción que antes devastó el litoral español. La apuesta es clara: buscar en otros lugares los paisajes vírgenes que aquí ya fueron destrozados, para reproducir un modelo basado en el ladrillo, buscando el beneficio de corto plazo para unos pocos, en detrimento de la sostenibilidad y el futuro de muchos.
Por eso te pedimos tu ayuda para salvar Cabo Pulmo. Si quieres apoyarnos, firma nuestra petición
¡Gracias!
Mabel González Bustelo (@MabelBustelo), área de Investigación e Incidencia
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