Pese a las altas medidas de seguridad y a la vigilancia de la guardia costera italiana y la policía, delincuentes lograron hacerse del símbolo del crucero naufragado en enero.
"Sólo puedo imaginar que alguien la cogió como una especie de recuerdo morboso", aseguró el alcalde de Giglio, Sergio Ortelli. "En mi opinión, la falta de la campana no tiene ninguna importancia.
Tenemos la estatua de la Virgen de la nave en nuestra iglesia, y para
nosotros tiene un significado mucho más simbólico", añadió.
Los buzos recuperaron en enero esa estatua de yeso de la capilla de la nave y se la dieron al cura de la parroquia de Giglio.
Fuentes judiciales informaron que los ladrones consiguieron robar la campana del barco, que naufragó frente a las costas de la isla de Giglio, en la costa Toscana, el pasado 13 de enero. Las mismas fuentes aseguraron que se abrió una investigación.
Los investigadores sospechan que de la operación participaron más de una persona. La campana lleva un grabado con el nombre de la embarcación y está fechada en 2006, año en el que fue bautizada la embarcación.
Las campanas de los barcos se utilizaban tradicionalmente para indicar intervalos de media hora en un reloj de cuatro horas.
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