Tener limitadas ciertas capacidades no significa carecer de las habilidades necesarias que se requieren en determinados puestos de trabajo. Huecos laborales hay, también para las personas con alguna discapacidad.
Según el Estudio empleo y colectivos desfavorecidos elaborado por la Fundación Adecco, "las personas con discapacidad ven reforzados valores como la motivación, el afán de superación o la responsabilidad". Y son, precisamente estas habilidades las que pueden hacerles idóneos para ciertos puestos.
El estudio identifica varios empleos en los que encajan estas personas, según el tipo de discapacidad que padezcan:
Discapacidad intelectual
Estas personas suelen ser metódicas y constantes. "La posibilidad de fallo es mínima porque cuando adquieren una rutina la interiorizan por completo y no se les escapacasi nada", afirma el estudio.
1) Ordenanza. Se encarga de gestionar el correo diario, repartir la valija interna, acudir a organismos públicos y realizar diferentes tareas administrativas. Sólo requiere una formación mínima de lenguaje y cálculo.
2) Operario de limpieza. Se encargan de la limpieza y el mantenimiento de inmuebles. El trabajo no requiere formación y sus funciones son rutinarias, repetitivas y sencillas.
3) Reponedor. Reponer el género de las estanterías es una tarea rápida de interiorizar.
4) Jardinero, mantenimiento de espacios naturales. Está demostrado que la interacción de las personas con discapacidad intelectual con el medio ambiente resulta muy positiva para su desarrollo personal y bienestar emocional.
Discapacidad física
El gran valor añadido de estas personas "reside en su capacidad de comunicación, de reinventarse".
1) Gestor de cobros. Estos profesionales son los encargados de garantizar el cobro de los impagos. Las empresas deben descubrir las ventajas de estas personas pues contribuyen a derribar el esterotipo del trabajador agresivo. La comunicación en este área es esencial
2) Administrativo. Se encargan de las funciones esenciales de ese departamento. Para este perfil, la motiviación es pieza fundamental.
3) Teleoperador. Servicios de call center permite una mayor cercanía con el cliente y reducen costes a las empresas. Las personas discapacitadas crean buen clima laboral, más humano.
Discapacidad sensorial
Esta discapacidad supone, principalmente, deficiencias visuales o auditivas y dificulta la comunicación y el lenguaje. Suelen descartarse para trabajos de atención al cliente pero, como pueden alcanzar altos niveles de concentración, si una empresa sabe adaptarse a su situación pueden serles muy útiles.
Pueden trabajar en telemárketing, gestor de cobros, administrativos, si la discapacidad visual es parcial. Si su merma es auditiva pueden ser eficientes en puestos como grabador de datos, pues tras un curso de mecanografía pueden alcanzar altos niveles de productividad. También pueden encontrar un hueco como operarios de limpieza, peón de producción o jardinero.
Discapacidad orgánica y psíquica
Esta discapacidad orgánica es la que afecta a los órganos internos, mientras que la psíquica afecta a la estabilidad emocional. Desde Fundación Adecco se recomiendan empleos poco estresantes y cuyo ritmo de trabajo no sea muy elevado. En general, y sobre todo en el caso de discapacidad psíquica, los trabajos de atención al cliente son poco aconsejables. Entre ellos:
1) Manipulador de alimentos. Este perfil es aconsejable para las personas con discapacidad psíquica porque favorece su capacidad de planificación y organización.
2) Mozo preparador de pedidos. Sus funciones son sencillas: identificar mercancías, proceder a su etiquetado y realizar la gestión de albaranes.
3) Grabador de datos. Es un trabajo repetitivo donde apenas se producen imprevistos y requiere un corto periodo de adaptación.
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