A las autoridades les llamó la atención que en una zona suburbana de la capital argentina no se realizaban denuncias y que los vecinos rechazaban la presencia policial. Al investigar, descubrieron plantas gigantes.
En el municipio bonaerense de Florencio Varela se produjo una verdadera conmoción por el hallazgo de un vivero colmado de plantas de marihuana gigantes, que desde hace años estaba instalado. La sospecha de la Policía nació porque un grupo de vecinos de la zona presentaba una particular resistencia a la intervención policial, cada vez que alguien realizaba una denuncia al 911 y ponía en peligro al secreto mejor guardado.
Y la curiosidad de los efectivos creció porque en ese sector de Florencio Varela no se denunciaba ningún delito ni pelea; si había algún inconveniente doméstico, los involucrados negaban todo y la Policía no tenía otra opción que retirarse.
Esto provocó que el gabinete criminológico de Bosques implementara un plan para descubrir qué sucedía: efectivos del cuerpo se transformaron en vecinos del barrio y, ya con la confianza de la gente, descubrieron que una persona conocida como "K-nuto" desarrollaba experimentos con plantas en su domicilio y le pagaba al "capanga" del barrio para evitar que la Policía lo descubriera.
Con estos datos y después de una inspección aérea, la Policía allanó el
lugar y encontró 27 plantas de Cannabis
Sativa (cáñamo útil), 5,0 kilos de picadura de marihuana compactada,
un revólver calibre 38 con cinco proyectiles intactos, apto para el
uso; 600 gramos de semillas de dicha hierba; varios manuales y revistas
de cultivo de venta libre; precursores químicos y hojas secas.
La vivienda prefabricada tenía diferentes dependencias donde se podían observar las distintas fases de crecimiento de las plantas, así como un cuarto destinado exclusivamente al secado y procesamiento.
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