La compañía Phonedog denunció a un antiguo trabajador por quedarse con 17.000 followers que tenía cuando trabajaba allí.
El escritor Noah Kravitz dejó su trabajo en un popular portal de telefonía móvil, Phonedog.com, tras casi cuatro años. El empleado, de 38 años, había comenzado a escribir en Twitter bajo el nombre de Phonedog_Noah y, con el tiempo, logró acumular 17 mil seguidores.
Cuando Kravitz dejó su trabajo, la firma le confirmó que podía
mantener esa cuenta de Twitter a cambio de publicar de vez en cuando en
ella. Desde ese momento, empezó a escribir como NoahKravitz y mantuvo la cantidad de seguidores.
Sin embargo, ocho meses después, PhoneDog lo demandó, afirmando que
se había apropiado de la lista de Twitter de la compañía -considerada
como una lista de clientes. La compañía le exige a Kravitz el pago de 2,48 dólares al mes por cada seguidor durante ocho meses.
La firma asegura que los costes y los recursos invertidos por ellos
para el crecimiento de sus seguidores y el conocimiento de la marca a
través de los medios sociales se consideran propiedad de la compañía
La demanda fue presentada ante la Corte Federal del distrito en
California, en represalia por la afirmación de Kravitz de que el 15 por
ciento de los ingresos brutos de publicidad del sitio habían sido
gracias a él.
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