Según informa Science Daily, la doctora Shirya Rashid y sus colaboradores han descubierto que una proteína llamada resistina incremente la producción de LDL en las células del hígado y también degrada los receptores de la molécula en dicho órgano, lo que provoca que el hígado tenga más dificultades para limpiar el colesterol malo del cuerpo. La resistina acelera la acumulación de LDL en las arterías, aumentando el riesgo de afección cardíaca.
La investigación, presentada el 28 de octubre en el congreso cardiovascular canadiense, afirma que la resistina también impacta negativamente en el efecto de las estatinas, los medicamentos más empleados para reducir el colesterol. Un 40% de los pacientes que las toman no logran reducir el colesterol en sangre y, según Rashid, "una alta concentración de resistina en sangre podría ser la causa".
Este descubrimiento podría marcar el camino a nuevos medicamentos que tuvieran la resistina como objetivo, ayudando a una mayor efectividad de las estatinas.
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