El sistema educativo español es caro, los profesores cobran más que la media de la OCDE pero los resultados académicos están entre los peores. Además, la ventaja salarial de tener un título universitario es un 14% menor en España.
El informe anual de la OCDE sobre el panorama educativo esboza para nuestro país un retrato casi idéntico al de ediciones pasadas: bajo rendimiento escolar, tasa elevada de jóvenes que no han completado la enseñanza obligatoria, deficiente optimización de los recursos humanos en el ámbito de la enseñanza y unos niveles alarmantes de personas de entre 25 y 29 años que ni trabajan ni estudian (sólo superados por Israel).
Las bajas calificaciones no se pueden atribuir a indicadores económicos. Según el documento (elaborado a partir de los datos de 2010), en España el gasto público por alumno es de 10.094 dólares al año, un 21% más que la OCDE y la UE. Estas cifras, tal vez disminuyan a consecuencia de los recortes que se han implantado para conseguir los objetivos de déficit pero "aún así partimos de una situación muy ventajosa respecto al resto de países", destaca la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio.
El informe explica que entre los años 2000 y 2009, los gastos en educación primaria y secundaria aumentaron un 33% en España (un 36% en el resto de países) y el 39% en educación terciaria (universitaria), frente al 15% de la media de la OCDE.
El argumento de clases masificadas o de escasez de profesores tampoco es válido. El informe de la OCDE afirma que en 2009, los profesores de los centros públicos españoles con 15 años de experiencia tienen unos sueldos de los más altos (unos 40.000 dólares, una cantidad que sólo sobrepasan Dinamarca, Alemania, Suiza y Luxemburgo) y superan en más de un 20% los salarios de otros trabajadores formados en otros ámbitos. Y la ratio alumno-profesor en España está entre las más bajas en todos los niveles educativos.
Sin embargo, los maestros españoles tienen que enseñar 880 horas al año, 100 horas más que la media de la OCDE, que reparten en 5 horas al día (4,2 horas en la OCDE y 3,7 horas en Corea).
Gomendio ha anunciado durante la presentación del informe que la reforma del sistema educativo que prepara el Gobierno contempla "una redistribución del profesorado, de forma que se reducirán en las materias optativas y se reforzarán para las materias experimentales".
Perspectivas laborales
Lo común en todos los estados es que a mayor nivel educativo corresponde mejores perspectivas laborales. En primer lugar, aumentan las posiblidades de conseguir empleo. Así, en España, en 2010, el 80% de los licenciados había encontrado trabajo frente al 53% de los que sólo tenían la primera etapa de la ESO. La desventaja se acentúa en tiempos de crisis, y las tasas de paro entre los licenciados aumentaron entre 2008 y 2010 un 4,6, frente a los 8 puntos de los que tenían la ESO y los 11,4 de los no tenían la secundaria (actualmente, estas cifras están ampliamente superadas).
El sueldo también va parejo al grado de formación. En España, los universitarios ganan un 41% más que los que han estudiado hasta la ESO (una diferencia que aumenta hasta el 55% en el resto de la OCDE) y un 63% más que los que no han terminado la Enseñanza Secundaria (78% en la OCDE). En Estados Unidos e Irlanda es dónde los licenciados pueden aspirar a ganar los sueldos más altos respecto a otros trabajadores con menos estudios.
En opinión de los autores del documento, "esa menor diferencia de rentas percibidas entre los trabajadores con estudios superiores y los trabajadores con menos nivel reduce los incentivos para seguir estudiando y puede influir negativamente en la decisión de completar los estudios universitarios".
El informe subraya el impacto que tiene la educación sobre el PIB, de tal forma que "durante la última década, en los países de la OCDE, más de la mitad del crecimiento del PIB se atribuye al incremento de las rentas del trabajo de las personas con educación superior. Incluso en tiempos de recesión, las rentas del trabajo de los individuos con educación terciaria tiene un impacto positivo en el actividad económica, aportando el 0,4% al PIB".
Por ello los autores resaltan que "la educación genera riqueza a nivel micro y marcoeconómico del país, y es el motor de su desarrollo y evolución, además contribuye enormemente a la estabilidad y el bienestar social".
Propuestas para mejorar
Si en España la inversión y el número de profesores y sus condiciones laborales son buenas, ¿qué es lo que ha fallado a lo largo de todos estos años para que los malos resultados se repitan? "Las reglas del juego", responde sin vacilar la secretaria de Estado de Educación. "La equidad e igualdad de oportunidades para todos los alumnos, esa tremenda rigidez del sistema educativo que ha impedido descubrir las capacidades de los alumnos".
Para remontar esta situación, el Gobierno aboga por la implantación de pruebas externas y estandarizadas, como las que se hacen en la mayoría de los países. "Estos exámenes mejoran los resultados del informe PISA en 16 puntos. En el caso hipotético de se implantaran en España, pasaríamos de los 481 puntos actuales a 497, con lo que saldríamos de las últimas posiciones y nos igualaríamos a Alemania (497 puntos) y superaríamos a Francia (496), Reino Unido (494) e Italia (486)", indica Montserrat Gomendio.
A pesar de todo, hay conclusiones positivas en nuestro sistema educativo: el 99% de los niños de tres años de España está escolarizado, frente al 66% de la OCDE; además, el 39% de los personas de entre 25 y 34 años ha llegado a la educación superior, frente al 38% de la OCDE y los jóvenes de este rango de edad pertenecientes a familias con bajos niveles educativo tienen muchas oportunidades para ascender en la escala formativa (igual que sucede en Australia, Canadá y Dinamarca).
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