Cada día son más los padres que asisten a laboratorios para realizar exámenes de ADN. En un caso de cada 5, el progenitor es otro. Expertos dicen que la desconfianza en tiempo de crisis se extendió a la pareja.
En los centros reconocidos se hicieron, sin orden de un juez, 3.600 test en el 2011, un 15% más que en el 2010, de acuerdo al portal ABC.es. Realizar hoy este análisis es una operación my sencilla en Europa. Su precio oscila entre 300 y 600 euros en centros reconocidos, y menos de 150 euros en Internet.
En la web se vende un test que cuenta con un kit con dos almohadillas para tomar muestras de mucosa bucal, sangre, cabellos y uñas. Se envían al laboratorio y en 4-5 días se tiene la respuesta. Si las prueba se hace con garantías, la fiabilidad es del 99,9999% en el caso de confirmación de la paternidad, y al 100 % en el supuesto de exclusión.
El 20% de los test efectuados confirman el temor de las sospechas.
Las motivaciones para hacer estas pruebas pueden ser por una crisis
de la pareja o para obtener un certificado de paternidad con el fin de
evitar disputas por la herencia. A veces son los propios hijos quienes se encargan de hacer el test, según apunta el rotativo.
Los padres italianos que no saben que el hijo no es de ellos son el 2%, cifra que se eleva al 9% en Francia.
Los estudiosos señalan que este boom de exámenes de ADN es reflejo de que el virus de la duda y la desconfianza se extiende en estos tiempos de crisis no solo en la economía y política, sino también entre las parejas.
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