Un grupo de expertos italianos lo halló oculto bajo otra pintura en el muro de un palacio de Florencia. Conocido gracias a distintas imitaciones de la época, estaba perdido desde hace 500 años .
El trabajo que se atribuye a Leonardo Da Vinci fue encontrado debajo de otro fresco, hecho por Giorgio Vasari, que decora una de las salas principales del Palazzo Vecchio, en el corazón de Florencia.
Desde hace tiempo, los especialistas consideraban que La batalla de Anghiari,
un fresco inacabado de 1505 que reflejaba las penurias y los horrores
de las guerras, estaba en ese lugar, pero ahora tienen mayores pruebas.
La pintura negra usada sería la misma que el artista empleó para hacer La Gioconda,
la pieza de arte más famosa del mundo. Para estudiarla, debieron
utilizarse microcámaras. El proyecto, sin embargo, no estuvo libre
de polémica porque había riesgos de daños para ambas obras.
Si bien se ignoraba la ubicación del fresco desde finales del siglo XVI,
logró hacerse conocido hasta la actualidad gracias a pintores, como
Peter Paul Rubens en 1606, que la reprodujeron o se inspiraron en ella.
Los investigadores sospechaban que Vasari había hecho su obra La batalla de Scannagallo sobre la de Da Vinci porque éste no había finalizado la suya.
"Este hallazgo es estimulante, más si tenemos en cuenta que estamos
en una fase preliminar de la investigación y que queda mucho trabajo
para resolver el misterio. Pero las pruebas nos sugieren que vamos por el buen camino",
explicó en rueda de prensa Maurizio Seracini, profesor de Historia del
Arte en la Universidad de San Diego (California) e impulsor de la
investigación.
El descubrimiento fue en el Palazzo Vecchio, una construcción que
data del siglo XIV y que actualmente alberga un museo. Se ubica en Florencia, cuna de la cultura del
Renacimiento de Europa y capital de Toscana, Italia.
Fuente: AFP
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