Una batería defectuosa provocó la explosión. La víctima, ciudadano de Florida, perdió varios dientes y parte de su lengua, y sufrió severas quemaduras en su rostro.
Tom Holloway, de 57 años, estaba tratando de dejar el hábito de fumar,
así que recurrió al cigarrillo eléctrico. El aparato le estalló el
lunes por la noche, dijeron los bomberos. Las autoridades no
identificaron oficialmente a la víctima, pero una página en Facebook
bajo su nombre estaba llena de mensajes que le deseaban una pronta recuperación. Varias búsquedas en bases de datos mostraron que su nombre
correspondía con su dirección.
"Se trató como si aguantara un cohete en la boca cuando estalló", dijo Joseph Parker, del Departamento de Bomberos de North Bay. "La batería salió volando del tubo".
Parker dijo que los investigadores no conocían la marca del cigarrillo, el tipo de batería ni la antigüedad del aparato. Parece que la batería era del tipo recargable, de litio, porque hallaron en la habitación otras baterías y un cargador.
El jefe de bomberos Joseph Miller comentó que la víctima se puso en contacto con el departamento el miércoles para agradecer a los bomberos y les dijo que se estaba recuperando en un hospital en Mobile, Alabama.
Thomas Kiklas, cofundador de la Asociación de Cigarrillos Electrónicos de Vapor de Tabaco, dijo que la industria no conoce de ningún caso similar. Y citó un informe federal que encontró que 2,5 millones de estadounidenses consumieron cigarrillos electrónicos el año pasado.
Fuente: AP
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