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lunes, 29 de octubre de 2012

Maratones populares: suelta la pasta y corre


Ya no es una moda, ahora es una fiebre. Las carreras populares se han convertido en aliados perfectos de causas sociales, luchas contra enfermedades o reclamos turísticos. Cualquier excusa es buena para calzarse las deportivas. El running es un deporte que convierte en un próspero negocio todo lo que le rodea.


El próximo domingo (4 de noviembre), más de 40.000 corredores procedentes de 135 países participarán en el maratón de Nueva York. Es una de las citas imprescindibles para los amantes del running, y una excelente fuente de ingresos para la ciudad. Según su alcalde, Michael Bloomberg, es el acontecimiento deportivo que más ingresos reporta a la ciudad, unos 350 millones de dólares (270,6 millones de euros).

No menos relevantes son las cuentas del maratón de Londres (que tiene lugar en el mes de abril), que genera unos ingresos de 31,7 millones de libras (39,4 millones de euros) para la ciudad, y de 110 millones de libras (136,8 millones de euros) en Reino Unido. "El maratón de Londres es una joya en el calendario deportivo del país, y además un negocio de gran éxito comercial", destaca un informe realizado por el Centro de Investigación de la Industria del Deporte de la Universidad de Sheeffield.

El estudio revela que los hoteles y la hostelería son los sectores que más se benefician con el evento deportivo. Cada corredor se gasta unas 452 libras (562 euros) en el equipamiento y la inscripción mientras que los acompañantes de todos los participantes se dejan en Londres 4,9 millones de libras (6 millones de euros). Además, las televisiones también pagan por la retransmisión del maratón.

Pubs, restaurantes, cafeterías y tiendas de souvenirs ven cómo se disparan sus ingresos en los días que rodean a la fecha del maratón. Las organizaciones benéficas tampoco se quedan si su porción de la tarta (en el maratón de Londres se llevan casi la mitad de los ingresos y en el de Nueva York cada año cambian las organizaciones a las que se destinan parte de lo recaudado).

Carrera ascendente

El presidente de la Asociación Internacional de Maratones (Aims), el español Francisco Borao, recuerda que "el fenómeno de las carreras populares comenzó en los años 70. En 1982, los representantes de 28 carreras mundiales se reunieron en Londres y fundaron la Aims. A partir de ahí la participación ciudadana no ha hecho sino aumentar".

Borao insiste en el enorme atractivo ecónomico de estas competiciones. "Un maratón tiene un extraordinario retorno económico para la ciudad organizadora. Es una carrera que requiere un mínimo gasto en infraestructura; sólo necesita las calles y a cambio recibe mucho". Una muestra: en el maratón de Valencia, donde la participación es de unos 6.500 corredores, el retorno es de 1,4 euros por cada euro invertido, según el estudio de Joaquín Maudos, catedrático de Análisis económico de la Universidad de Valencia.

El retorno depende del número de participantes. "Lógicamente, Valencia, por ejemplo, no puede aspirar a la participación de Londres, pero si llegara a los 15.000 corredores tendría un retorno de 4 euros por cada uno invertido", añade el presidente de la Aims. "Es la policia urbana la que fija el número de personas que pueden correr sin problemas de seguridad".

Al contrario de lo que se podría esperar, "la crisis no se ha notado en esta actividad. Es un deporte muy barato que da mucho por poco: con un par de zapatillas y un pantalçón corto basta". Además, Francisco Borao está convencido de que correr es un antídoto para el desánimo: "para muchos que lo están pasando mal, correr les da satisfacción física y fuerza mental, y piensan que si son capaces de correr un maratón, también son capaces de tomar las riendas de su vida".
Cambio de mentalidad

Fuentes de Adidas confirman la buena salud del running. "En las pruebas en las que estamos presentes, en los últimos cuatro años hemos constatado que se ha duplicado el número de participantes. En todas las carreras, las organizaciones marcan un límite de corredores y en casi todas ellas se llega a ese límite varias semanas o meses antes de la carrera".

La compañía deportiva confirma que el running crece año a año en España y "el corredor es cada vez más exigente y busca artículuos y materiales de mayor calidad que le ayuden a conseguir sus retos".

¿Falta mucho para que el negocio toque techo? "De momento, la tendencia es positiva. No se trata de una moda pasajera sino de un cambio en nuestras vidas, que encuentran en el runing un medio para sentirnos mejor física y mentalmente", dice el portavoz de Adidas.

También Borao vaticina un futuro prometedor y calcula que "ahora nos encontramos al 21% de la participación que habrá en 2020. Esto no ha hecho más que empezar". Y va más allá al sugerir que "en las carreras populares serán en el futuro el soporte financiero del atletismo".

La inscripción media a una carrera popular cuesta unos 20 euros, la de uno de los maratones españoles ronda los 40 euros, lo mismo que para los de Roma o París. En Berlín, Chicago o Nueva York hay que pagar unos 50 euros por la preinscripción, y el importe final (si el aspirante resulta aceptado) se acerca a los 100 euros, como mínimo.

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