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miércoles, 2 de mayo de 2012

¿Y si la gran despensa de oro nos estuviera esperando en el espacio?


El martes pasado en Seatle los fundadores de la empresa Planetario Resources presentaron su ambicioso plan para explotar los asteroides que pueblan el espacio. El proyecto cuenta con inversores de la talla de Larry Page y Eric Schmidt.


Un grupo de emprendedores y pesos pesados empresariales, entre los que se encuentran, entre otros, Larry Page y Eric Schmidt, de Google, han invertido en una empresa llamada Planetario Resources, cuyo fin es explorar el espacio en busca de asteroides de los que extraer metales preciosos.

Un asteroide es un cuerpo rocoso, carbonáceo o metálico más pequeño que un planeta y mayor que un meteoroide, restos de formación de planetas miles de millones de años atrás y ricos en metales. La mayoría estos restos se concentraron en el cinturón de asteroides que rodea entre Marte y Júpiter, pero algunas otras piezas fueron expulsadas y vagan por el sistema solar.

El martes pasado, Eric Anderson y Peter Diamandis, fundadores y máximos responsables de Planetario Resources presentaron en Seattle el plan de su compañía hasta ahora envuelto en secreto. Pretenden construir unas naves robóticas, sin tripulación humana, que consigan, en primer lugar, autoabastecerse de combustible en el espacio usando el agua contenida en estos asteroides y en segundo lugar extraer los minerales y metales ricos de estas rocas del espacio, algo que podría empezar a ocurrir hacia 2020. La primera meta de este plan de negocio de tan largo recorrido será enviar en unos 18 meses los primeros telescopios privados que localizarán los asteroides más ricos.

Varios científicos no involucrados en el proyecto dijeron estar entusiasmados con la idea, a la vez que se mostraron escépticos con un plan que consideran audaz a la vez que difícil y muy caro. "Sabemos que suena a ciencia ficción" reconoció el astronauta Thomas Jones, asesor de la empresa, "pero como en tantas otras áreas de la ciencia ficción, hay un momento en que es posible hacerlas realidad, y en este caso comienza ahora". Anderson y Diamandis tienen ya una larga experiencia en hacer realidad sueños espaciales, ya que fueron los pioneros vendiendo paseos por el espacio para adinerados turistas a través de su empresa Diamandis así como vuelos de ingravidez. Además del CEO y el presidente ejecutivo de Google, al proyecto se han sumado otros inversores de renombre como el cineasta y explorador James Cameron, o Chris Lewicki, ex director de la misión Marte de la NASA, además de varias empresas de capital riesgo.

Aunque es la primera empresa privada que decide explorar el espacio en busca de recursos metales, no son los pioneros en descubrir el potencial de los asteroides. En los últimos años, la NASA y otras agencias espaciales han cambiado su atención en la Luna y otros planetas hacia los asteroides. Estos tienen la ventaja de no ofrecer ninguna gravedad sustancial, y además los gastos de combustible al trabajar con ellos son menores que en la Luna.

Diamandis y Anderson no han querido revelar el coste de estos planes pero sí han asegurado sin embargo que su programa es mucho más rentable que el de la NASA. Ésta, que si da algún dato más, ha reconocido que llevará a cabo una misión llamada OSIRIS-Rex que se pondrá en marcha en 2016 y que pretende traer sólo 2 onzas (60 gramos) de un asteroide a la tierra y que costará unos 1.000 millones de dólares. Por lo que parece que, a pesar de las infinitas posibilidades que tiene el espacio como fuente de recursos, el coste de estas misiones sigue siendo el principal escollo. Pero si inversores de la talla de Larry Page confían en el proyecto quizá la rentabilidad esté más cerca de lo que creemos. Por ahora, hay asteroides para rato.

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