Páginas

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Somos un país?

El pasado 12 de marzo de este 2011, Silvio Berlusconi, quisiéralo o no, debió enfrentarse a la realidad.  En el Teatro dell'Opera di Roma se presentaba la ópera Nabucco, de Giuseppe Verdi, dirigida por el maestro Riccardo Muti.

Como muchos saben, Nabucco evoca el episodio de la esclavitud de los judíos en Babilonia, y el famoso canto "Va pensiero" es el canto del coro de los esclavos oprimidos.

En Italia, este canto es aún el símbolo de la búsqueda de la libertad (en los años en que se escribió la ópera, Italia estaba bajo el imperio de los Habsburgo).

Antes de la representación, Gianni Alemanno, alcalde de Roma, subió al escenario para pronunciar un discurso en el que denunciaba los recortes del presupuesto de Cultura que estaba haciendo el Gobierno, a pesar de que Alemanno es miembro del partido gobernante y fue ministro del gobierno de Berlusconi.

Esta intervención, en presencia de Berlusconi que asistía a la representación, produjo un efecto inesperado. Riccardo Muti, director de la orquesta, declaró al "Times":

"La ópera se desarrolló normalmente hasta que llegamos al famoso canto "Va pensiero". Inmediatamente sentí que el público se ponía en tensión.  Hay cosas que no se pueden describir, pero que uno las siente.

Era el silencio del público el que se hacía sentir hasta entonces, pero cuando empezó el "Va Pensiero", el silencio se llenó de verdadero fervor.  Se podía sentir la reacción del público ante el lamento de los esclavos que cantan: "Oh patria mía, tan bella y tan perdida." Cuando el coro llegaba a su fin, el público empezó a pedir un bis, mientras gritaba "Viva Italia" y "Viva Verdi".

A Mutti no suele gustarle hacer un bis en mitad de una representación. Sólo en una ocasión, en la Scala de Milán, en 1986, había aceptado hacer un bis del "Va pensiero". "Yo no quería sólo hacer un bis.

Tenía que haber una intención especial para hacerlo" -dijo Muti-.

En un gesto teatral, Muti se dio la vuelta, miró al público y a Berlusconi a la vez, y se oyó que alguien entre el público gritó:  "Larga vida a Italia!".
 
Muti dijo entonces:  "Sí, estoy de acuerdo: "Larga vida a Italia", pero yo ya no tengo 30 años, he vivido ya mi vida como italiano y he recorrido mucho mundo.
 
Hoy siento vergüenza de lo que sucede en mi país. Accedo, pues, a vuestra petición de un bis del "Va Pensiero". 
 
No es sólo por la dicha patriótica que siento, sino porque esta noche, cuando dirigía al coro que cantó "Ay mi país, bello y perdido" , pensé que si seguimos así vamos a matar la cultura sobre la cual se construyó la historia de Italia.

En tal caso, nuestra patria, estaría de verdad "bey perdida".
 
Muchos aplausos, incluidos los de los artistas en escena.
 
Muti prosiguió.
 
"Yo he callado durante muchos años.  Ahora deberíamos darle sentido a este canto. Les propongo que se unan al coro y que cantemos todos el "Va pensiero".

Todos los asistentes se pusieron de pie.  Y el coro también.

Fue un momento mágico.

Esa noche no fue solamente una representación de Nabucco, sino también una declaración del teatro de la capital para llamar la atención a los políticos.



Me produce sana envidia al pensar que en España no tenemos un símbolo cohesionador como el que aquí se relata..., entre unos y otros, de forma fraticida, y entre dimes y diretes, han minimizado todo aquello que pueda dar poder al pueblo, y siguen en ello..

No hay comentarios:

Publicar un comentario